Rinoplastia en Asturias: intervención estética y reparadora

Las rinoplastias permiten corregir las imperfecciones de la nariz. Desviaciones, caballetes demasiado pronunciados y puntas con un grosor excesivo pueden solucionarse con intervenciones de este tipo. Pero estas operaciones no sólo cumplen una función estética.

De hecho, en nuestra clínica de cirugía estética facial en Gijón atendemos a numerosos pacientes que deciden someterse a una rinoplastia para mejorar la función respiratoria. Se trata de uno de los procedimientos más demandados en este campo de la medicina, tanto por sus repercusiones formales como funcionales.

Y es que una nariz grande, aguileña o con un defecto de otra clase puede provocar un complejo importante a las personas afectadas. La nariz termina de formarse durante la adolescencia, un período especialmente sensible para los cambios físicos.

Precisamente por ello, los jóvenes pueden tener problemas a la hora de aceptar tener una nariz que no entra dentro de los cánones de belleza socialmente aceptados.

En estos casos y al llegar a la edad adulta, el cirujano puede modificar la morfología de esta parte del cuerpo, de modo que su aspecto sea más armónico con el resto del rostro. No obstante, como hacemos en Clínica Barón, es importante estudiar las características de cada paciente para valorar qué resultados pueden conseguirse y cuáles son las formas qué mejor encajan en su cara. Como explicábamos anteriormente, una rinoplastia también es una intervención indicada para solucionar ciertas dificultades respiratorias.

Impedimentos funcionales debidos a traumatismos o desviaciones del tabique. Así, en ocasiones una rinoplastia puede ser necesaria para solucionar tanto inconvenientes para respirar con normalidad como para corregir imperfecciones estéticas.

Una desviación nasal producida por un impacto puede ser una consecuencia molesta por la obstrucción respiratoria que provoca y también por la deformidad física. En una sola operación, es posible solventar ambos problemas de forma satisfactoria.

Una rinoplastia puede realizarse con anestesia general o local (en este caso, con sedación). La duración aproximada de la intervención oscila entre una hora y 90 minutos. Por lo general, el cirujano ejecuta la incisión a través de los orificios nasales.

De este modo, se evitan las cicatrices externas. En nuestro centro de cirugía estética facial en Gijón dejamos un taponamiento nasal y una férula para que la cicatrización se efectúe de manera correcta.