Mamoplastia de reducción, Asturias.

El tamaño de los pechos puede suponer un problema para algunas mujeres, un tamaño de mamas demasiado voluminoso puede tener consecuencias negativas. No se trata tanto de un problema estético, que también, sino que alcanza al ámbito físico.

Unos pechos voluminosos  suponen un peso excesivo que puede desencadenar dolores de espalda y de cuello. Además, pueden aparecer alteraciones cutáneas debajo de la mama. Sin contar las dificultades para realizar deporte y la posible pérdida de autoestima en la mujer.

La mamoplastia de reducción es una intervención quirúrgica que consiste en la eliminación de grasa, tejido mamario y piel para reducir el tamaño de los pechos, consiguiendo que las mamas sean más ligeras y firmes. Las ventajas son numerosas respecto al aspecto de la paciente, sin olvidar la desaparición de dolencias relacionadas con el tamaño de las mamas.

La principal ventaja es que el volumen de los pechos deja de repercutir en las actividades cotidianas de la paciente. Además, también puede reducirse el tamaño de la areola durante la intervención, colocándola en el lugar adecuado tras la reducción de las mamas.

El principal objetivo de esta intervención de cirugía plástica es otorgar a la mujer que sufre este tipo de problemas unos pechos proporcionados a su figura. Para este tipo de intervención se suele proceder con anestesia general y, es necesaria, la hospitalización de la paciente al menos 24 horas.

En cuanto al postoperatorio pueden aparecer molestias, fácilmente controlables con la medicación adecuada. Generalmente, la paciente se encuentra totalmente recuperada en dos o tres días, aunque no podrá realizar esfuerzos durante tres semanas. De cualquier forma, la recuperación suele ser rápida e indolora.

En Clínica Barón sabemos que este tipo de cirugía plástica no es sólo una cuestión de imagen, sino que en muchas ocasiones es necesaria por cuestiones médicas. Los resultados son exitosos permitiendo a la mujer que se somete a la intervención mejorar su calidad de vida, al poder desempeñar actividades cotidianas en las que interfería el voluminoso tamaño de sus pechos.