El abdomen, debido a su extensión, es una zona especialmente importante a la hora de mejorar la figura. En nuestra clínica de cirugía estética de Gijón tratamos a numerosos pacientes que presentan un exceso de piel y grasa en esa parte de la anatomía. La intervención más adecuada para estas personas es una abdominoplastia.

¿En qué consiste la abdominoplastia?

Esta operación permite eliminar el tejido sobrante de la región abdominal media e inferior, así como tensar la musculatura del área.

La dermolipectomía abdominal o estiramiento del abdomen, como también se conoce a este procedimiento, está especialmente indicada para los pacientes que tienen acúmulos de grasa y piel flácida y que, después de someterse a dieta y practicar ejercicio, no consiguen corregir el problema.

Otras personas que suelen recurrir a este tipo de cirugía son las mujeres que, después del embarazo, presentan una dilatación de la piel y de la musculatura del abdomen que es irreversible.

En este sentido, la abdominoplastia también está recomendada para las personas que tienen un exceso notable de tejido abdominal tras haber perdido una cantidad de peso importante. Se trata de una intervención que entraña una complejidad significativa, por lo que se realiza con anestesia general y precisa que el paciente esté dos días hospitalizado.

Respecto al procedimiento, el cirujano tiene que hacer una incisión transversal en la zona baja del abdomen, cuya longitud variará en función de la cantidad de piel que sea necesario extirpar.

Después, el profesional médico procede a retirar todo el tejido cutáneo y la grasa que encuentre en la zona infraumbilical del abdomen. Paso que se completa con la aproximación de los músculos, que suelen estar distendidos.

De esta forma, el cirujano logra reforzar la pared abdominal, al igual que estrechar el abdomen en la cintura. En la Clínica Barón finalizamos el proceso con la colocación al paciente de una faja alrededor de la zona, que deberá mantenerse un mes.

Recomedaciones posteriores a una abdominoplastia

En nuestra clínica de cirugía estética de Gijón recomendamos a las personas que se hayan sometido a una abdominoplastia que no realicen esfuerzos físicos durante ese tiempo. Es normal que, al quitar el vendaje, aparezca un edema, que irá desapareciendo de forma progresiva.

En la mayoría de los pacientes, los efectos definitivos no se perciben hasta pasados entre tres y cuatro meses. Por lo que respecta a la cicatriz que queda después de la operación, ésta queda oculta bajo la ropa interior o de baño.