La abdominoplastia es un procedimiento quirúrgico muy adecuado para corregir la distensión de los tejidos de la zona abdominal tras una importante pérdida de peso o después de uno o varios embarazos.

Como médicos de cirugía estética en Asturias queremos resaltar el hecho de que esta intervención está pensada para mejorar el contorno corporal del paciente, eliminando los excesos de piel y grasa, que suelen localizarse en el abdomen al bajar de peso de forma drástica.

Durante el trascurso de esta intervención es frecuente que se proceda a la reparación de los músculos de la zona abdominal para que recuperen su tersura. Sobre todo, en casos donde estos músculos se han visto afectados tras el embarazo.

Durante la gestación, la piel y los músculos de esta zona se ven sometidos a una gran presión, que desaparece rápidamente con el parto.

La recuperación tras un abdominoplastia es bastante rápida e indolora, aunque el paciente deberá llevar una faja abdominal durante 1 mes.

Desde Clínica Barón queremos destacar que, recientemente, se ha apostado por una técnica novedosa: la lipoabdominoplastia. Fruto de la combinación de dos técnicas diferenciadas: la abdominoplastia y la liposucción. Esta nueva intervención permite conseguir unos óptimos resultados.

Esta técnica está especialmente indicada para eliminar la grasa que se acumula en la zona lateral, los flancos del abdomen.

Es necesario establecer la diferencia entre la liposucción y la abdominioplasta, mientras la primera está indicada para acabar con la grasa localizada, difícil de eliminar de manera natural, la abdominoplastia está pensada para eliminar la presencia de flacidez y exceso de piel como consecuencia de un descenso acusado de peso o un embarazo.

Los médicos de cirugía estética en Asturias también conocemos otra técnica denominada miniabdominoplastia, se trata de una intervención más sencilla, con una incisión más pequeña, que puede realizarse en los casos de una acumulación mínima de piel en la zona del abdomen.

Suele aplicarse a mujeres delgadas, que presentan cierta laxitud en la zona abdominal tras una cesárea o embarazo. En estos casos, sólo será necesario tratar la zona inferior del vientre.